jueves, 19 de septiembre de 2013

Ansiedad: síntomas y tratamiento

Si la preocupación de la ronda día tras día, tal vez esté sufriendo de ansiedad. Aprenda a reconocer los síntomas y a tratarla o prevenirla.

Su jefe le ha pedido que haga una presentación. Aunque sabes perfectamente su material, es comida por preocupación, porque odias a hablar en público. Con el enfoque del día J, duerme más mal. Cada mañana al despertar, tu corazón late sin descanso y las palmas de las manos están empapadas de sudor. Sientes que vas a perder el conocimiento, sufrir un ataque al corazón o hundirse en la locura. En tu mente, tú ya has perdido la presentación y anticipas la pérdida de tu trabajo, tu estatus social, o incluso de tu hogar... Estás en ataque de pánico total.
Pero qué es la ansiedad?
La ansiedad constituye un aspecto normal del estado emocional de los seres humanos. La angustia se define como un afecto similar al miedo pero que, a diferencia de este, no obedece a un estímulo amenazante externo, sino que es vivida como procedente de la interioridad psíquica del individuo. Para la psiquiatría europea la ansiedad se refiere a la expresión sobresaltada de ese afecto.
Epidemiología
El trastorno de ansiedad generalizada es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes; es más frecuente en mujeres y está relacionado con el estrés ambiental crónico. En personas de mayor edad existe una mayor prevalencia de ansiedad grave. Hay una asociación con el ámbito social, y existe una mayor incidencia sobre la población con bajos niveles socioeconómicos.
El síntoma que los pacientes refieren como “sentirse nervioso” es el de mayor frecuencia y gravedad, seguido por “sentirse irritado”; el pánico es más frecuente en mujeres. Los dolores de espalda y cuello y las cefaleas son las afecciones más comunes, seguidas por “cansarse fácilmente” y “sentirse débil”.
La prevalencia de ansiedad por zona geográfica muestra una relación positiva con las áreas más densamente pobladas o de mayor conflicto armado; con una edad de inicio entre los veinte y los treinta años, pero con síntomas ansiosos desde edades tempranas.
Cuáles son las causas de la ansiedad
La ansiedad, al igual que otros sentimientos (placer, exaltación, euforia, éxtasis, tristeza, ira, rabia y calma), son fundamentales en la vida de las personas; regulan la interacción con los demás y ofrecen un sistema de alarma que, en el caso del miedo, sirven para afrontar situaciones de peligro o riesgo.
Estas emociones, así como la percepción y la acción, están controladas por circuitos neuronales del encéfalo. En el caso específico de la angustia, su experiencia incluye tres tipos de componentes:
• Un componente cognoscitivo.
• Respuestas autonómicas, endocrinas y esqueleto-motoras.
• Representaciones subjetivas del estado emocional.
Dos emociones humanas tienen mucha importancia en cuanto a las causas de la ansiedad: la sexualidad y la agresividad. Sin embargo, en la descripción que las personas hacen de su angustia, pueden esgrimir muchas razones que no guardan ninguna relación con deseos agresivos o sexuales. Muchos pacientes, por ejemplo, se sienten extrañados frente al hecho de que la causa de la ansiedad surja precisamente cuando se encuentran más contentos y han conseguido por fin el logro deseado. Otros culpan de su estado al abandono de un ser amado, la mala suerte en los negocios, la soledad, un medio ambiente adverso o el fracaso de un proyecto.
Estas quejas manifiestas son la expresión inconsciente de situaciones traumáticas de separación en las etapas iniciales de la vida, cuando el desarrollo psicológico es incompleto, y el sujeto no cuenta con elementos suficientes para defenderse del temor a perder la vida o ser aniquilado por peligros supuestos o reales. Cada nueva situación de abandono o separación es ahora mal soportada; hasta un hecho cotidiano aparentemente banal puede ser motivo para desencadenar el estado de angustia y ser la causa de la ansiedad
De acuerdo con la teoría conductista, la angustia es una respuesta condicionada a un estímulo ambiental; las personas afectadas por la ansiedad han sobregeneralizado sus temores y han aprendido, por imitación, a responder ansiosamente. La imitación proviene de respuestas semejantes de sus padres, cuidadores o figuras importantes; en consecuencia, las respuestas de los ansiosos son valoraciones que exceden la peligrosidad de las situaciones, y subestiman sus propias habilidades para enfrentar esas amenazas.
La angustia es un afecto normal; su intensificación, que se convierte en fuente de sufrimiento e incapacidad, es lo que la convierte en patológica.
Síntomas de la ansiedad
La característica esencial de este trastorno es un sentimiento de desazón y desasosiego generalizados y persistentes, que no están referidos a ninguna circunstancia ambiental en particular. Lo más habitual es que el paciente se queje de estar permanentemente nervioso, así como de sentir temblores, tensión muscular, exceso de sudoración, mareos y vértigos, taquicardia, y molestias epigástricas.
Con frecuencia manifiestan el temor a que ellos mismos, o sus seres queridos, puedan contraer una enfermedad o sufrir un accidente, entre diversas obsesiones y presentimientos de carácter negativo. Este trastorno es más frecuente en mujeres y está a menudo relacionado con el estrés ambiental de su vida cotidiana. Tiene un curso variable, dependiendo de las características de la persona afectada, pero tiende a ser fluctuante y crónico.
Para que el trastorno de ansiedad sea diagnosticado como tal, el paciente debe presentar síntomas de ansiedad casi todos los días durante varias semanas seguidas. Los signos de ansiedad más indicativos son:
• Aprensión (excesiva preocupación sobre posibles desgracias futuras, sentirse “al límite” de sus fuerzas, dificultad de concentración, etcétera).
• Tensión muscular (agitación e inquietud psicomotrices, cefaleas de tensión, temblores, incapacidad de relajarse).
• Hiperactividad vegetativa (mareos, sudoración, taquicardias o taquipnea, molestias epigástricas, vértigo, sequedad de boca...).
• Los niños suelen manifestar una necesidad constante de seguridad y atención, y quejarse reiteradamente.
Tratamiento de la ansiedad
En el tratamiento de la ansiedad se recurre generalmente a la utilización de estos fármacos. No obstante hay que consultar siempre antes con un especialista:
• Benzodiazepinas (ansiolíticos).
• Inhibidores selectivos de la receptación de serotonina (ISRS).
• Antidepresivos tricíclicos e inhibidores selectivos de la monoaminooxidasa (MAO).
Tratamiento psicoterapéutico de la ansiedad
Pretende reforzar los mecanismos de defensa, aumentar la fortaleza del yo, y lograr que el paciente utilice los aspectos emocionalmente correctivos de la relación con el terapeuta, para lograr una compresión mejor de la naturaleza, frecuentemente inadecuada, de sus propias relaciones interpersonales.
El tratamiento ha de ser realizado por un profesional capacitado.
Grupos de autoayuda y grupos psicoeducativos
El propósito de los grupos psicoeducativos es ofrecer conocimientos acerca de los psicofármacos, los síntomas premonitorios de nuevas crisis, técnicas de relajación, y métodos para convivir y tolerar mejor el estrés cotidiano.
Por su parte, los grupos de autoayuda constituyen un medio receptivo en el que se ofrece y se recibe solidaridad, y se comparte con otros la experiencia dolorosa y los métodos para sobreponerse emocionalmente al sufrimiento inevitable que la existencia trae consigo. Además, el grupo se convierte en un referente social, y aumenta la red de apoyo que todo ser humano necesita, y en especial las personas con trastorno de ansiedad.
Trastorno de ansiedad generalizada
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Es un patrón de preocupación y ansiedad constantes acerca de muchos acontecimientos o actividades diferentes.
Causas
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una afección común. Los genes pueden jugar un papel. El estrés también puede contribuir a la aparición del trastorno de ansiedad generalizada.
Cualquier persona puede sufrir este trastorno, incluso los niños. La mayoría de las personas que sufren este trastorno dicen que han estado ansiosas desde que tienen memoria. El trastorno de ansiedad generalizada es un poco más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Síntomas
El síntoma principal es la presencia casi constante de preocupación o tensión, incluso cuando hay poca o ninguna causa. Las preocupaciones parecen flotar de un problema a otro, como problemas familiares o de relaciones interpersonales, cuestiones de trabajo, dinero, salud y otros problemas.
Incluso estando consciente de que sus preocupaciones o miedos son más fuertes de lo necesario, una persona con trastorno de ansiedad generalizada aún tiene dificultad para controlarlos.
Otros síntomas abarcan:
• Dificultad para concentrarse
• Fatiga
• Irritabilidad
• Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido, y sueño que a menudo no es reparador ni satisfactorio
• Inquietud y a menudo resultar sobresaltado con mucha facilidad
Junto con las preocupaciones y las ansiedades, también pueden estar presentes muchos síntomas físicos, como tensión muscular (temblor, dolor de cabeza) y problemas estomacales, como náuseas o diarrea.
Pruebas y exámenes
El médico llevará a cabo un examen físico y exámenes psiquiátricos. Dichos exámenes se harán para descartar otras afecciones y comportamientos que causan síntomas similares.
Tratamiento
El objetivo de la terapia es ayudarlo a desempeñarse bien durante la vida diaria. Una combinación de terapia cognitiva conductista (TCC) y medicamentos funciona mejor.
Los medicamentos son una importante parte del tratamiento. Una vez que usted empiece a tomarlos, no los suspenda súbitamente sin hablar con el médico. Los medicamentos que se pueden utilizar abarcan:
• Los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) generalmente son la primera opción en medicamentos. Los inhibidores de la recaptación de la serotonina y norepinefrina (IRSN) son otra opción.
• Se pueden usar otros antidepresivos y algunos anticonvulsivos para casos graves.
• Las benzodiazepinas como alprazolam (Xanax), clonazepam (Klonopin) y lorazepam (Ativan) se pueden usar por poco tiempo si los antidepresivos no ayudan lo suficiente con los síntomas. El consumo prolongado puede llevar a la dependencia de estos fármacos.
• También se puede usar un medicamento llamado buspirona.
Las terapias cognitivas conductistas ayudan a entender los comportamientos y cómo controlarlos. Usted tendrá de 10 a 20 consultas durante muchas semanas. Durante la terapia, aprenderá cómo:
• Entender y controlar puntos de vista distorsionados de estresantes en la vida, como el comportamiento de otras personas o eventos en la vida.
• Reconocer y reemplazar los pensamientos que causan pánico, disminuyendo la sensación de indefensión.
• Manejar el estrés y relajarse cuando se presenten los síntomas.
• Evitar pensar que las preocupaciones menores se transformarán en problemas muy graves.
Evitar la cafeína, las drogas ilícitas e incluso algunos medicamentos para los resfriados también puede ayudar a reducir los síntomas.
Un estilo de vida saludable que incluya ejercicio, descanso suficiente y buena nutrición pueden ayudar a reducir el impacto de la ansiedad.
Grupos de apoyo
Un grupo de apoyo le permite a usted hablar con personas que comparten problemas y experiencias en común. Esto puede ayudar a aliviar el estrés relacionado con una afección médica.
Estos grupos no constituyen un sustituto del tratamiento efectivo, pero pueden servir como complemento.
Expectativas (pronóstico)
El pronóstico de una persona depende de la gravedad del trastorno. El trastorno de ansiedad generalizada puede continuar y ser difícil de tratar; sin embargo, la mayoría de los pacientes mejora con una combinación de medicamentos o psicoterapia conductista.
Complicaciones
La depresión y la drogadicción pueden ocurrir con un trastorno de ansiedad.
Cuándo contactar a un profesional médico
Llame al médico si constantemente se preocupa y se siente ansioso y esto interfiere con sus actividades cotidianas.
Nombres alternativos
TAG; Trastorno de ansiedad

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