domingo, 3 de julio de 2016

Esquizofrenia: Las diferentes formas



Las diferentes formas de esquizofrenia, designadas cada una por un adjetivo, corresponden a un aspecto más llamativo de la enfermedad en un momento dado, observandose esto a lo largo de la historia de la esquizofrenia.



formas de esquizofrenia



En las formas de esquizofrenia paranoide, es el componente delirante el que está dominando. La evolución puede ser favorable si el enfermo logra abrirse a los demás, a través de un tratamiento medicamentoso e institucional y la reinserción social.

En formas de esquizofrenia distímica, la enfermedad evoluciona por brotes durante los episodios delirantes severos en tono maníaco o deprimente. El pronóstico es bastante bueno.

En la forma hebefrénica, la enfermedad comienza temprano, durante la adolescencia y  es el síndrome disociativo el  que se encuentran en primer plano. Los elementos delirantes están a menudo ausentes y los medicamentos son administrados en dosis bajas.

En formas catatónicas, los síntomas corporales (tipos de rigidez, conservación de actitudes) y deterioro cognitivo (con ausencia de iniciativas, disminución de capacidades, indiferencia emocional, mutismo). El tratamiento es difícil y debe apuntar a mantener una vida relacional en estos pacientes. Es la forma de la esquizofrenia más severa.

En las formas de heboidofrenias, el componente psicopático (con impulsividad, trastornos de la conducta, riesgo de violencia) se une con los síntomas cognoscitivos y delirios esquizofrénicos. A veces autores de delitos más o menos graves, están mucho más a menudo, indefensos y son víctimas de la criminalidad presente en nuestra sociedad.

En las formas de esquizofrenia simple (o psicosis blanca), esta presente sobre todo el aislamiento y la vida estereotipada,  rara vez es encontrado un síndrome delirante. Estos pacientes son a menudo reservados y en su mayor parte tienen una buena integración social sin necesidad de cuidados intensos o una hospitalización  psiquiátrica.


esquizofrenia



Estas formas de esquizofrenia no son unas categorías fijas, ya que es posible que un paciente pase de una forma a otra y exprese su enfermedad y síntomas diferentemente dependiendo de la época.


martes, 5 de mayo de 2015

Adicciones: Toxicomanía y deprivación

La toxicomanía es a la vez un fenómeno social y una enfermedad que debe ser tratada como tal. Afecta a los jóvenes, a los varones más que a las mujeres, en los medios urbanos. Muchos de los toxicómanos no están incorporados al mundo del trabajo. Su sufrimiento es real y suele ser muy fuerte. El malestar psíquico está asociado a la dependencia del tóxico.
Es importante saber que la mayoría de las drogas crean una dependencia a la vez psicológica y física. El toxicómano no se siente no se siente bien sino bajo el efecto de las drogas. En estado de abstinencia experimenta dolores musculares, dolores de cabeza, espasmos digestivos, a veces acompañados de vómitos (los dolores musculares y óseos aparecen después de 12 horas de abstinencia de heroína); asimismo , lo invaden una profunda angustia y un sentimiento de inseguridad incontrolable.
¿Qué puede hacer?

Adicciones: Toxicomanía y deprivación

El fenómeno de la dependencia hace que resulte muy difícil curarse uno mismo: es excepcional, pero no imposible. La mayoría de las veces es necesario un tratamiento médico, generalmente en el hospital. El tratamiento tiene 2 fases:
1- La deprivacion o abstinencia, que dura alrededor de una semana, consiste en la supresión repentina de la sustancia bajo supervisión médica, algunas veces con la aplicación de otras que la sustituyen (con propiedades idénticas pero sin los efectos nefastos).
2- 1-La sigue una atención psicoterapéutica de larga duración (las recaídas son frecuentes, casi la regla, antes de recuperar el equilibrio.
El tratamiento medicamentoso de deprivación de apiáceos (heroína, morfina, metadona) debe combatir la presencia del síndrome de abstinencia:
-Contra la ansiedad y la agitación: benzodiacepinas, neurolépticos o ambos.
-Contra los dolores y molestias musculares: analgésicos comunes (ácido acetilsalicílico, paracetamol) en dosis adecuadas, a veces combinados con espasmolitcos (clorhidrato de pargeverina). La acupuntura también puede ser cierta utilidad.
Durante una hospitalización de urgencia por una enfermedad o un accidente, pueden presentarse 2 casos:
-El caso del toxicómano activo, frecuentemente adicto a la heroína, que no quiere que lo depriven: el analgésico morfínico se prescribe a la vez para calmar los dolores agudos relacionados con la patología y para prevenir el síndrome de abstinencia (dosis variable, de 10 a 80 mg, de morfina inyectada en forma subcutánea con un respecto escrupuloso por los horarios, en principio cada 4 horas); bajo estricta prescripción y vigilancia del médico.
-El caso del toxicómano sustituido: el producto utilizado (fentanilo o metadona) se administra en la misma dosis durante toda la hospitalización.
Hay asociaciones especializadas en este problema que pueden brindarle ayuda.

Tentativa de Suicidio

El suicidio es un fracaso ante las dificultades de la existencia. Es la consecuencia de un sufrimiento psíquico que no se tomó en cuenta. Algunos accidentales pueden ser suicidios disimulados.
En la actualidad puede afectar a cualquier sector de la población, sin importar edad, nivel sociocultural, etc., y se presenta cada vez con más frecuencia sin que a menudo se determinen las causas que lo motivaron.
A la tentativa de suicidio jamás se le debe restar importancia; quienes rodean a la persona deben tomarla siempre muy en serio. Es igualmente indispensable no culpar a la persona.
¿Qué puede hacer?
La tentativa de suicidio es un caso de urgencia. Es imprescindible la hospitalización sin importar cuáles sean los signos de gravedad físicos. La hospitalización brinda la oportunidad de establecer un dialogo con una persona especializada, lo cual es necesario para hacer una evaluación clínica, e indispensable para adaptar el tratamiento, puesto que este acto se debe a varias causas. Entre ellas puede representar la manifestación de una enfermedad psiquiátrica subyacente.

Tentativa de Suicidio

Independientemente de las circunstancias en que se presente la tentativa, la persona puede tender a aislarse por temor a las reacciones de su entorno; sin embargo, tampoco hay que exagerar este problema, puesto que la gente del entorno suele ser mucho más comprensiva de lo que podría esperarse.
La recidiva es frecuente: una persona que ha intentado suicidarse, muy probablemente lo intentará una o más veces. La primera de las prevenciones es la hospitalización sistemática. Se requiere de un tratamiento psiquiátrico a largo plazo.
La acupuntura también puede ser una ayuda posterior, no durante el cuadro agudo o cuando el paciente se encuentre hospitalizado. Lo que hay que resolver es la urgencia y eso se consigue sólo con apoyo psiquiátrico.
Falsas creencias
Los adolescentes que repiten sus tentativas de suicidio están ejerciendo un chantaje y realmente no quieren morir. Falso. Cuantas más veces intenten suicidarse, más riegos hay de morir; no hay tentativa de suicidio que no represente un peligro para la vida. No lo ignore.
Los que hablan de suicidio no se suicidan. Falso. Hablar de su deseo de acabar con todo puede ser una llamada de auxilio y debe tomarse en serio.

Como superar el estrés

El estrés está relacionado con las obligaciones que la vida moderna impone al ser humano en distintas esferas de su actividad, y afecta en primer lugar a las personas muy activas que habitan en ámbitos urbanos, en especial a aquellas que trabajan en empresas, donde los factores que provocan el estrés son numerosos. Éste puede surgir de un acontecimiento único o bien de la repetición de pequeños sucesos cotidianos que aparentemente son insignificantes.
Es una reacción normal ante las agresiones externas: contra lo que pudiera pensarse, el estrés ayuda a lograr la adaptación; pero cuando se vuelve demasiado intenso, se convierte en angustia, y posteriormente en agotamiento. La angustia generada por el estrés muy pronto se vuelve incontrolable, ya se pone en marcha un fenómeno autosustentado que se va agravando.

Como superar el estrés

Aliviar el estrés

Si usted no puede salir de la situación que le provoca estrés, trate de recuperar el demonio de sus emociones.
Medicamentos
En las formas leves, puede ser útil recurrir, en tratamiento de fondo, a medicaciones tranquilizantes a base de plantas (como la pasiflora, la manzanilla o la verbena).
El médico puede juzgar necesario prescribirle tranquilizantes; pero tenga cuidado: los tranquilizantes (como el diacepam, el bromacepam, el cloracepato dipatásico) pueden ser peligrosos si toman sin precaución, porque existen riesgos reales de crear hábito. No se automedique.

Psicoterapia

Está indicada en los casos graves, en los cuales se asocia el tratamiento medicamentoso para ayudar a controlar mejor los estados de estrés.
Medicinas y terapias alternativas
Acupuntura y homeopatía
La 2 son muy eficaces para ayudar a cada individuo a afrontar diferentes tipos de estrés, y en todos los casos evitan el hecho de recurrir a los ansiolíticos, prescritos con demasiada frecuencia. Ambas técnicas previenen los ocasionales trastornos psíquicos o psicológicos que pueden aparecer después de largos años de estrés.
Auriculoterapia
La auriculoterapia es lo mejor para este caso. Regula de manera muy eficaz los mecanismos neurohormonales y de comportamientos relacionados con las situaciones difíciles, el tratamiento con frecuencia ayuda a evitar recurrir a los medicamentos ansiolíticos, que tienen múltiples efectos secundarios y que a menudo provocan dependencia.
Relajación, hipnosis y algunas otras terapias de conducta o de comportamiento.
Resultan eficaces, adaptadas a estas situaciones.

Duelo, pérdida de un ser querido

La pérdida de un ser querido siempre es un acontecimiento doloroso y devastador. Todos los puntos de referencia, todos los proyectos, desaparecen de súbito. ¿cómo sobrevivir, incluso antes de volver a aprender a vivir?
El duelo que uno padece es una crisis interior larga y caótica. La tormenta se combina con la desesperación, la cólera y muchos otros sentimientos muy personales, que dependen de la relación con el ser que se ha perdido.
Esta pérdida significativa se inscribe en una cultura y una historia en común. En algunas sociedades, la muerte se niega o se trivializa. En un contexto así, ¿cómo puede uno sentirse acompañado, aceptado con su sufrimiento y apoyado todo el tiempo que sea necesario (tiempo que, por otra parte, no puede determinarse en un número específico de meses)?

Duelo, pérdida de un ser querido

La complejidad de esta vivencia a veces es sorprendente. Llega a suceder que uno ya no se reconoce en sus propias actitudes: una gran cólera contra la injusticia de esa pérdida, sentimiento de volverse loco al ver y oír por todas partes al difunto, profunda soledad, impresión de abandono. Este estado emocional también puede generar un malestar y una incomprensión en el entorno.
Los allegados, trastornados, tienden a desear que la persona piense en otra cosa, cuando lo que esa persona necesita en realidad es que la escuchen en su sufrimiento. La muerte de un ser querido representa simbólicamente una profunda herida que habrá que curar día tras día con mucha dedicación y ternura hasta que termine de cicatrizar.
¿Qué puede hacer?
Superar su duelo es tal vez aprender a construir otro tipo de vínculos con la persona desaparecida, y encontrar un nuevo equilibrio para seguir viviendo.
En algunas sociedades de nuestras época, la muerte ocupa muy poco espacio, por lo que es necesario preservar la solemnidad de semejante acontecimiento. Los ritos (sean religiosos o no) refuerzan los lazos sociales y ayudan a conservar la memoria colectiva. Son útiles para darle un sentido al enigma de la vida; nos ayudan a separarnos de aquel a quien amábamos y nos abren la puerta hacia un nuevo ciclo de la vida.
También es necesario cuidarse uno mismo, tanto en los aspectos físicos como en los morales. Este propósito se realiza con altibajos; por tanto, sea tolerante con usted mismo.
Todos contamos con recursos insospechados. Para descubrirlos, no se aísle demasiado, no se repliegue en usted mismo, cada vez que sea posible, encuentre un oído atento al que pueda expresarle su tristeza y decirle qué es lo que lo atormenta.
En ese período agitado resulta, a pesar del apoyo de sus allegados, que la soledad y el sufrimiento parecen insalvables: en esos momentos, no dude en pedir ayuda a un especialista.

Como superar un Divorcio o Separación


La separación es una herida narcisista que pone en duda la estima que uno se debe a sí mismo. El sufrimiento se centra en la pérdida de la persona amada: ¿por qué yo?, ¿qué hice?. Este dolor provoca un repliegue hacia las preocupaciones relacionadas con la separación.
Divorcio y separación ¿cómo afrontarlo?
Este sufrimiento es normal y no requiere tratamiento si no excede una determinada intensidad y si no se vuelve  permanente. En caso contrario, consulte con su médico, quien en un momento dado puede prescribirle medicamentos para luchar contra la depresión.

Como superar un Divorcio o Separación

Superar la dificultad es cuestión de tiempo. Luche contra el aislamiento y contra el deseo de estar solo. Una separación puede ser un traumatismo profundo que acarrea un sentimiento de culpabilidad y de fracaso. No debe permanecer en esa situación emocional: haga que lo ayuden sus amigos, su familia. Ensanche su círculo de relaciones y emprenda nuevas actividades sociales, después de un divorcio, el deseo de rehacer su vida surgirá más tarde o más temprano, no lo rehace.
También es importante hablar de ello a los niños. Suele ser inútil que usted le oculte por mucho tiempo a su hijo el conflicto conyugal. Explíquele la situación con la mayor sencillez posible. Sobre todo, no invente explicaciones inverosímiles. Procure conservar el vínculo que él tiene con cada uno de sus progenitores, y respete sus sentimientos hacia uno y otro. Explíquele también la diferente naturaleza de las relaciones conyugales y la de la relación entre padres e hijos.

Afrontar y curar la depresión

La depresión afecta sobre todo a las mujeres de más de 40 años y a las personas que tienen actividades intelectuales (profesores, por ejemplo). El factor que desencadena la depresión puede parecer trivial, pero el agotamiento y el desequilibrio emocional se remontan al pasado, consecuencia de muchos años de preocupación, tristeza y ansiedad, asociados con acontecimientos dolorosos (duelo, desempleo, fracaso, separación, problemas económicos).
La persona deprimida puede sentir un sufrimiento moral intenso; pierde toda voluntad y su actividad se vuelve lenta. En casos extremos, deja de dormir y de comer.
Está invadida por la tristeza, pierde el gusto por la vida y no se ve salida alguna: ya nada es posible, todo parece volverse contra ella.

Afrontar y curar la depresión

¿Qué puede hacer?
En el caso de una depresión grave, la persona no tiene ni el deseo ni la fuerza de voluntad de intentar curarse sola: hay que recurrir al médico. La mayoría de las veces es incluso un caso de urgencia. La hospitalización suele ser indispensable para poner en marcha el tratamiento, que va acompañado de una psicoterapia de larga duración.
El tratamiento de la depresión al principio es medicamentoso. La administración de los antidepresivos es asunto del médico especialista, generalmente psiquiatra, y de nadie más. Estos medicamentos son eficaces pero peligrosos si se usan mal.
Hay que saber que los remedios antidepresivos más antiguos (clomipramina, por ejemplo) son muy eficaces, pero tiene efectos secundarios (para el corazón, el tracto digestivo, etc.). La siguiente generación (en especial la fluoxetina) no presenta esos inconvenientes. En algunas formas, la recaída puede prevenirse con un tratamiento medicamentoso administrado de manera continua.

Depresión: Medicinas y terapias alternativas

Acupuntura y homeopatía
Son muy valiosas para tomar el relevo e iniciar un tratamiento de fondo de las emociones y sentimientos que originan los síntomas depresivos, tratamiento que permite disminuir, detener paulatinamente e incluso evitar el tratamiento medicamentoso. En el caso de la verdadera depresión (melancólica), el eje shao yin asocia los riñones y el corazón, y el eje yang ming asocia el estómago y el intestino grueso. En el caso de la depresión menos grave (sin ideas, de suicidio), la homeopatía y la acupuntura son indispensables. Tienen en cuenta todos los síntomas de la depresión, pero también todas las causas recientes y anteriores acumuladas.
Auriculoterapia
El diagnostico, debe ser absolutamente correcto, porque siempre hay que distinguir la depresión como síntoma y la depresión como enfermedad. Originada probablemente por trastornos de la secreción de las neurohormonas, la depresión puede mejorar con la auriculoterapia, sola o asociada a ciertos medicamentos y con una psicoterapia. Una vez obtenida la curación de un primer episodio, la auriculoterapia ayuda a prevenir las recaídas.